La inflación de Argentina cierra el primer trimestre

La inflación de Argentina cierra el primer trimestre

Inflación en Argentina: un primer trimestre moderado

Expectativas y desafíos para los próximos meses

La inflación en Argentina cierra el primer trimestre de 2025 con una desaceleración moderada. Aunque aún no se alcanza el 2% mensual, uno de los objetivos del gobierno, las proyecciones indican que el nivel de precios ha disminuido de manera significativa en comparación con el mismo período del año anterior.

Proyecciones inflacionarias: ¿cómo se comportará el segundo trimestre?

Durante los primeros meses de 2025, la inflación acumulada se sitúa en aproximadamente 7,3%. Este número es inferior al 8% registrado en el último trimestre de 2024, pero mucho más bajo que el 51% alcanzado en los primeros tres meses de 2024. Sin embargo, las expectativas para el futuro inmediato siguen siendo inciertas. Las proyecciones privadas para marzo rondan el 2,5%, lo que representa una ligera aceleración respecto a los meses anteriores.

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El índice de precios al consumidor (IPC) de enero mostró una desaceleración significativa, con un 2,2% en comparación con el 2,7% registrado en diciembre. Esta fue la tasa más baja desde mediados de 2020. No obstante, en febrero la inflación subió al 2,4%, lo que provocó que el acumulado del primer trimestre alcanzara casi un 4,7%. Los alimentos, especialmente las carnes, y los costos de vivienda, como los alquileres y las tarifas de servicios públicos, fueron los principales factores que contribuyeron a esta suba.

Factores que impulsaron la inflación en los primeros meses de 2025

En cuanto a las expectativas de los analistas, se espera que la inflación de marzo se ubique cerca del 2,5%. Las consultoras privadas señalan que el aumento de los precios de alimentos, especialmente las verduras y carnes, ha impulsado este crecimiento. Por ejemplo, algunas estimaciones sugieren que el IPC podría cerrar con un 2,6%, lo que elevaría el acumulado a aproximadamente 7,4%.

El gobierno sigue enfocado en mantener una política económica que controle la inflación y recupere la estabilidad financiera. Sin embargo, la volatilidad del mercado y los efectos de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) siguen generando incertidumbre sobre el futuro de los precios. Los economistas coinciden en que, aunque la tendencia es positiva, el camino hacia una inflación más baja sigue siendo desafiante.