El gobierno cubano decretó un día de luto oficial a partir de la mañana del viernes luego de que concluyeran las labores de búsqueda y rescate en el lugar de una potente explosión en el Hotel Saratoga de La Habana, que elevaron a 45 el número de muertos.
Las autoridades cubanas dijeron el jueves que los bomberos recuperaron el cuerpo de una camarera, la última persona desaparecida entre quienes se encontraban en el hotel a la hora de la explosión en la mañana del 6 de mayo.
“He decretado luto oficial por las víctimas del accidente en el Hotel Saratoga”, dijo en Twitter el líder cubano Miguel Díaz-Canel en un mensaje agradeciendo a los rescatistas y enviando condolencias a las familias que perdieron a sus seres queridos. “Es el sentimiento compartido al concluir la búsqueda de los desaparecidos”.
Entre los 45 muertos se encuentran cuatro niños, una mujer embarazada y una turista española que pasaba por allí.
El desastre, que las autoridades cubanas han atribuido a una fuga de gas pero que continúa bajo investigación, dejó 99 heridos, entre ellos varios trabajadores del hotel. Quince personas permanecen hospitalizadas, y dos niños y dos adultos se encuentran en estado crítico, informó el Ministerio de Salud Pública.
A diferencia de otros países, donde la responsabilidad por tales accidentes conlleva el pago de grandes sumas, es poco probable que las familias de las víctimas reciban una compensación significativa.
El país carece de un sistema de seguros, y las empresas estatales como Gaviota, la compañía de turismo propietaria del hotel y dirigida por el conglomerado militar GAESA, no asumen responsabilidades penales ni civiles, según la ley cubana.
La explosión también causó daños en el Capitolio, el histórico Teatro Martí, una iglesia bautista, una escuela primaria y otras instalaciones.
El hotel de cinco estrellas, ubicado en uno de los puntos más concurridos de la capital cubana a pocos pasos del Capitolio, estaba a punto de reabrir esta semana luego de dos años sin recibir turistas a causa de la pandemia de COVID-19.
El gobierno cubano decretó luto oficial una semana después del mortífero suceso. La espera generó críticas en las redes sociales, especialmente después de que medios mexicanos publicaran detalles de una cena privada organizada por el líder cubano Miguel Díaz-Canel en el Palacio de la Revolución para agasajar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien visitaba la isla el domingo.
Un grupo de música tradicional tocó durante el evento y un diplomático mexicano compartió una foto de varios funcionarios mexicanos junto a un sonriente Díaz-Canel.
“Está más allá de la falta de sensibilidad y respeto”, dijo en Facebook Ulises Toirac, un popular comediante cubano. “Abarca la falta de razón y vergüenza”.
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