la niña

El Niño y La Niña: ¿Qué es este fenómeno climático y como impactará a America Latina?

Luego de meses bajo la influencia de El Niño, los modelos meteorológicos internacionales confirman que nos encontramos en la antesala de La Niña, fenómeno que provocará importantes cambios en las condiciones del clima a lo largo del continente en los próximos meses.

¿Qué son El Niño y La Niña?

El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno climático cíclico que altera el comportamiento del océano Pacífico y modifica los patrones de temperatura y precipitación en todo el planeta. Tiene dos fases opuestas:

  • El Niño: eleva la temperatura superficial del mar en el Pacífico ecuatorial. Suele provocar sequías en América Central y del Sur, y lluvias torrenciales en otras regiones costeras.

  • La Niña: enfría esas aguas, lo que genera efectos inversos: lluvias abundantes en algunas zonas y periodos prolongados de sequía en otras.

El Niño en 2024 y sus secuelas en 2025

El Niño que se extendió durante 2024 fue uno de los más intensos de los últimos años. Dejó tras de sí altas temperaturas, incendios forestales, escasez de agua, cultivos afectados y fenómenos meteorológicos extremos. Muchos países aún enfrentan los efectos de esta fase cálida en lo que va de 2025.

La transición hacia La Niña: lo que dicen los expertos

Instituciones como la NOAA y el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) anticipan que La Niña se consolidará durante el tercer trimestre de 2025. La probabilidad supera el 70 %, y el cambio ya se percibe en las variaciones de temperatura del océano Pacífico ecuatorial.

La llegada de La Niña no solo implica un giro en los patrones de lluvias y vientos, sino también desafíos adicionales para sectores productivos como la agricultura, el turismo, la energía y la salud pública.

¿Cómo afectan El Niño y La Niña a Latinoamérica?

Los efectos del ENOS no son homogéneos. Dependiendo de la geografía, cada región de América Latina reacciona de manera distinta a sus fases:

  • Centroamérica y Caribe: El Niño trae sequías severas, mientras que La Niña puede aumentar la frecuencia e intensidad de huracanes, tormentas y lluvias intensas.

  • Andes tropicales (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia): En La Niña, se incrementan las lluvias y el riesgo de inundaciones y deslaves. El Niño, por el contrario, reduce precipitaciones, afectando cultivos andinos.

  • Cono Sur (Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile): En fase de El Niño, se incrementan las lluvias, mientras que con La Niña se reduce la humedad del suelo, lo que podría traducirse en sequías prolongadas.

  • Amazonía y norte de Brasil: El Niño disminuye las lluvias, provocando incendios forestales y afectando la biodiversidad. La Niña tiende a restaurar la humedad, pero también puede generar inundaciones.

Observaciones para la segunda mitad de 2025 en Latinoamérica

Con base en los pronósticos actuales, estas son las principales previsiones para los próximos meses:

  • México y América Central: Se espera un aumento en las lluvias hacia septiembre y octubre, lo que podría derivar en tormentas e inundaciones, sobre todo en zonas costeras del Caribe y el Golfo.

  • Colombia, Ecuador y Perú: Los Andes experimentarán precipitaciones superiores al promedio, con mayor riesgo de deslizamientos de tierra y afectaciones en vías rurales.

  • Brasil: La región norte podría ver una recuperación de lluvias, mientras que el sur —clave en producción agrícola— podría sufrir una reducción preocupante de humedad en los suelos.

  • Argentina y Paraguay: Las perspectivas apuntan a una sequía moderada a severa en zonas productivas, lo que podría impactar negativamente cultivos como maíz y soja.

  • Caribe insular: La temporada de huracanes será más activa que en años anteriores, con mayor potencial destructivo entre agosto y octubre.