Latinoamérica

Latinoamérica enfrenta un estancamiento en su desarrollo humano

Los estándares de vida en Latinoamérica atraviesan un periodo de estancamiento preocupante, de acuerdo con un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El organismo advierte que, a pesar de una recuperación parcial tras la pandemia de COVID-19, el crecimiento del Índice de Desarrollo Humano (IDH) en la región se ha desacelerado drásticamente, lo que evidencia una crisis estructural en el modelo de desarrollo latinoamericano.

Según datos del PNUD, entre 1990 y 2015 el IDH —que evalúa condiciones de vida en función de salud, educación e ingresos— crecía a un promedio del 0.7 % anual. Sin embargo, entre 2015 y 2020 ese ritmo se redujo al 0.3 %, y desde el inicio de la pandemia apenas alcanza un 0.2 % anual.

El impacto duradero de la pandemia

El informe señala que la pandemia fue un punto de inflexión. Aunque los países latinoamericanos han mostrado señales de recuperación, el crecimiento en desarrollo humano sigue siendo lento. Almudena Fernández, economista jefe del PNUD para América Latina, advirtió que es «posible» que el índice incluso retroceda en los próximos años debido a factores estructurales, aunque su evolución suele ser más estable por incluir aspectos educativos y sanitarios, además del ingreso económico.

Uno de los datos más alarmantes del informe es que más del 56 % de la población sigue siendo pobre o vulnerable en términos de ingresos, a pesar de que la clase media ha crecido desde 2004. Además, más de la mitad de los latinoamericanos carecen de mecanismos adecuados para afrontar eventos adversos, lo que los expone a consecuencias negativas a largo plazo.

Incertidumbre y fragmentación social: riesgos para el desarrollo

El estudio del PNUD también señala que la incertidumbre se ha duplicado en la región desde 1990, ubicándose un 50 % por encima del promedio mundial. Este fenómeno, según el organismo, tiene un impacto directo en la inversión, el consumo y la estabilidad económica, reflejando una “mayor sensibilidad de la región a amenazas globales”.

Entre las causas de este estancamiento, el informe identifica tres factores clave:

  1. Transformación digital incompleta: Solo el 2 % de la población latinoamericana tiene acceso a redes 5G, y los costos de internet son cuatro veces más altos que en países desarrollados.

  2. Fragmentación social y desconfianza institucional: La pérdida de credibilidad en las instituciones ha llevado al auge de candidatos antisistema y al debilitamiento de pilares democráticos. Preocupa, por ejemplo, que el apoyo a un golpe de Estado como solución a la criminalidad ha crecido, especialmente entre jóvenes, alcanzando el 50 %.

  3. Cambio climático: El 31 % de la población regional está expuesta a fenómenos meteorológicos extremos, lo que amplifica las desigualdades ya existentes.

Propuestas del PNUD: resiliencia y nuevas políticas públicas

Frente a este panorama, el PNUD llama a los gobiernos latinoamericanos a repensar su enfoque de desarrollo. La organización propone un “nuevo manual” basado en la resiliencia, entendida como la capacidad de anticiparse, responder y recuperarse ante crisis de diversa índole.

Entre las recomendaciones destacan:

  • Ampliar la cobertura de protección social a quienes quedan fuera por no ser considerados lo suficientemente pobres.

  • Impulsar una infraestructura digital robusta y accesible.

  • Superar la rigidez burocrática mediante una mayor articulación entre niveles de gobierno y una presencia estatal más efectiva en todo el territorio.


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