Bolivia: bloqueo con violencia en Potosí

Un nuevo episodio de violencia se desató este miércoles en el poblado minero de Llallagua, al suroeste de Bolivia, cuando un operativo policial para desbloquear una carretera terminó con la muerte de dos efectivos y al menos un herido. La vía había sido cortada por seguidores de Evo Morales, en medio de las protestas que sacuden al país desde hace más de una semana.

Los agentes intentaban restablecer el tránsito en la región de Potosí, una de las zonas donde se han intensificado las manifestaciones contra el Gobierno de Luis Arce. De acuerdo con las autoridades, los policías fueron emboscados por manifestantes armados, lo que desató un enfrentamiento.

El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, informó que el teniente Jorge Barroso Rodríguez murió por impactos de bala. Horas después, se confirmó también el fallecimiento del subteniente Carlos Enrique Apata, elevando la cifra de víctimas mortales a dos. Además, un tercer agente resultó herido en el enfrentamiento.

¿Qué motivó los bloqueos en la región?

Los bloqueos en Potosí forman parte de una movilización más amplia promovida por grupos afines a Evo Morales, quienes acusan al presidente Arce de excluir al exmandatario de las elecciones previstas para el 17 de agosto. Además, lo responsabilizan por el deterioro económico y denuncian una supuesta manipulación de las instituciones estatales.

La tensión ya había escalado el martes, cuando se registraron choques entre civiles en la misma zona. Vecinos de Llallagua intentaron despejar la ruta por cuenta propia, lo que derivó en una confrontación que dejó 17 heridos, incluidos 15 civiles y 2 policías.

¿Qué acciones tomará el Gobierno?

Frente a los hechos, el presidente Luis Arce reafirmó su decisión de continuar con los operativos para liberar las carreteras bloqueadas. En declaraciones recientes, anunció que una vez se recupere el control en Potosí, se avanzará de forma progresiva en otras rutas troncales del país.

Desde distintos sectores políticos, tanto oficialistas como opositores, surgieron expresiones de pesar por la muerte de los policías. El Gobierno condenó la violencia y prometió investigar a fondo lo ocurrido.

Mientras tanto, la escalada de violencia alimenta un clima de inestabilidad creciente, donde la polarización política amenaza con extender la crisis más allá de las rutas bloqueadas, afectando a toda la sociedad boliviana.