La herencia tóxica de la industria petrolera en la Amazonía latinoamericana

La contaminación generada por la extracción de petróleo en la Amazonía latinoamericana ha dejado una estela de desechos tóxicos y pasivos ambientales en territorios indígenas y áreas protegidas. Un exhaustivo estudio realizado por periodistas de varios países revela la magnitud de este problema, con más de 8.000 puntos contaminados en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

En un recorrido por la región amazónica de Loreto, Perú, Aurelio Pignola, líder de la comunidad indígena de José Olaya, expresa su preocupación por la contaminación dejada por las empresas petroleras. La comunidad ha soportado durante décadas la presencia de charcos de petróleo, tierras pantanosas y tuberías desgastadas. Testimonios como el de Pignola confirman las denuncias de numerosas personas afectadas por estos desechos tóxicos abandonados.

Los periodistas de Mongabay Latam, Rutas del Conflicto, Cuestión Pública, La Barra Espaciadora y El Deber, se embarcaron en una investigación que abarcó ocho meses, mapeando los impactos ambientales y los pasivos ambientales generados por la industria petrolera en la región.

Los resultados son alarmantes: se identificaron al menos 4.284 pasivos ambientales en Bolivia, Ecuador y Perú, ninguno de los cuales ha sido completamente remediado. Además, se encontraron otros 3.994 “impactos petroleros” abandonados en estos países, sin recibir la atención necesaria debido a la falta de normas claras sobre qué constituye un pasivo ambiental.

El informe revela que estas empresas irresponsables no han asumido completamente las consecuencias de sus acciones. Las autoridades proporcionaron los nombres de menos de un tercio de los responsables de los pasivos ambientales identificados y solo un 5% de los responsables de los “impactos petroleros”.

Estos desechos tóxicos se localizan en al menos 50 tierras indígenas y 15 áreas protegidas, además de extensas redes de tuberías que atraviesan más de 200 espacios protegidos y que a menudo colapsan.

La lista de impactos ambientales causados por los más de 8.000 pasivos y otros impactos petroleros es interminable. La información recopilada revela la existencia de derrames de petróleo, bolsas de arena contaminadas, charcos malolientes y fosas de residuos en diferentes regiones. La falta de transparencia de los gobiernos dificulta el acceso a información precisa sobre estos daños.