Del 10 al 14 de octubre de 2022, un grupo de familias campesinas unieron fuerzas con empleados voluntarios de John Deere para cosechar y desgranar maíz, preparar tortillas y atole, compartir cochinita pibil y tamales después de cosechar frijoles y calabaza, y trabajar con mujeres emprendedoras para resolver desafíos reales de los emprendimientos rurales.
Con el apoyo de la Fundación John Deere, Milpa para la Vida (Milpa for Life) ayudará a 2.700 familias campesinas a pequeña escala de Yucatán y Campeche a aumentar la productividad agrícola, los ingresos y la gestión sostenible de la tierra.
Las familias campesinas producen cerca del 40% de los alimentos en México, sin embargo constituyen la población con mayor inseguridad alimentaria,
especialmente en las comunidades rurales del sureste del país,
donde se presentan los mayores índices de pobreza.
Milpa para la Vida utiliza un enfoque de agricultura de conservación para aumentar la productividad y la calidad del sistema tradicional de la milpa (maíz, frijol y calabaza, conocidos como “las tres hermanas”), mejorando la nutrición y los ingresos de las familias, contribuyendo a la salud de los ecosistemas y a la adaptación al cambio climático.
Las familias participantes también mejoran su bienestar económico y nutricional al diversificar su producción con aves de corral, apicultura y cerdos criollos mexicanos.
Porfirio Cocom Dzib es uno de los agricultores del proyecto que compartió y trabajó junto a los empleados voluntarios de John Deere. Porfirio aprendió de su padre y lleva 15 años produciendo, principalmente para autoconsumo. “Para mí la milpa significa la vida, es de donde podemos comer, alimentar a mis cerdos, gallinas, y vendemos un poco para tener dinero, me sirve para todo. Mi esposa, mis hijos y yo cosechamos frijol, pepita, tomate, chile y otras verduras”.
“Estoy muy contento de que hayan venido a visitarme a mi casa, muy orgulloso de que se hayan reunido y hayan conocido mi milpa. Jesús Garrido, uno de los voluntarios de John Deere que es de Veracruz, me dijo que en su tierra se siembra en surcos, es diferente, aquí la tierra tiene mucha piedra, y que ellos almacenan en silos pero aquí la conservamos para nuestro consumo y para la venta. Aprendimos mientras compartimos”, dijo Porfirio.
El proyecto Milpa para la Vida se creó en noviembre de 2021 mediante una asociación entre la Fundación John Deere y Heifer International, en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Un componente vital de la asociación es la participación de los empleados voluntarios de John Deere en las visitas anuales al proyecto y a las comunidades para crear conciencia sobre el duro trabajo que conlleva producir alimentos sanos a pequeña escala, aplicar tecnologías respetuosas con el medio ambiente y, al mismo tiempo, mantener ingresos suficientes para lograr una calidad de vida digna.
John Deere team learning how to cook underground traditional food.
Durante la visita de este año, un grupo de 16 empleados voluntarios visitaron las comunidades de Ekpedz, Cocoyol y Emiliano Zapata en Yucatán, México. Trabajaron codo con codo con las familias agricultoras, visitaron sus casas y milpas, y conocieron los retos a los que se enfrentan las y los agricultores y las familias indígenas de la región.
Jesús Garrido, Director General de la Fábrica de Motores John Deere en Torreón, Coahuila, fue parte de los voluntarios que visitaron el proyecto: “Soy originario de Veracruz y esta experiencia me devolvió a mis orígenes. Estas familias campesinas mantienen muchos valores que les han ayudado a mantener su unidad y les permiten progresar; continúan con sus tradiciones y creencias, lo que les da un mayo valor. Me impresiona mucho ver su humildad y la forma en que comparten lo poco que tienen, esta acción toca el corazón, y se aprecia extraordinariamente.”
Gustavo Maldonado, Director Ejecutivo de Heifer Internacional México, destacó que a través de este proyecto, que tiene una duración de 36 meses, se implementan acciones que no sólo apoyan a las familias y fortalecen su sistema productivo, sino que promueven el liderazgo y la toma de decisiones de las mujeres en la economía familiar.
“En esta actividad, todos los voluntarios se involucraron con las familias, desde el personal operativo hasta los directivos estuvieron muy motivados. Mostramos un lado más íntimo de las familias, de su día a día, de su duro trabajo y desafíos en el campo para poner comida en la mesa. Al final, pudimos transmitir reflexiones significativas sobre esta experiencia, y éstas se establecieron como un compromiso para seguir colaborando con el trabajo de Heifer y mejorar la calidad de las familias rurales mexicanas”, explicó Gustavo.
Arun Pandey, responsable global de responsabilidad social corporativa de John Deere, dijo que la Fundación John Deere tiene el privilegio de trabajar con Heifer International por una poderosa razón: creemos que la agricultura es la clave para un futuro sostenible sin hambre. “Cuando los agricultores tienen la oportunidad de mejorar la productividad y los ingresos de sus familias, pueden alimentar a una población global creciente, crear mayor equidad y proteger el mundo que nos rodea”, dijo Pandey. “Estamos encantados de ayudar a los agricultores de México a liberar su enorme potencial”.
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