La persistencia y la evolución histórica de Almoloya de Juárez, el cuarto municipio más grande del Estado de México, fue analizada a partir de diversos temas y momentos en las dos jornadas de la mesa itinerante en la que participaron investigadores de diversas instituciones, en un encuentro organizado por El Colegio Mexiquense, el Museo Universitario de Historia Natural y el ayuntamiento.
El presidente de El Colegio Mexiquense, César Camacho, habló del trabajo de la historiadora Rosaura Hernández Rodríguez, quien ideó las mesas itinerantes como encuentros entre investigadores y pobladores de los municipios, de los cuales surgió la colección «Cuadernos Municipales», con 27 libros a la fecha.
En su mensaje, el presidente municipal, Óscar Sánchez García, se refirió a los políticos ilustres y la importancia de la pirotecnia con los premios que se han logrado, además de anunciar que en octubre de este año se hará el primer festival dedicado a esa artesanía.
En la primera jornada, María del Rosario Ortega Abasolo, hizo un recuento histórico y geográfico del espacio en su ponencia «Lógica económica y relaciones sociales en la conformación territorial, la explotación de la propiedad y el trabajo. Hacienda La Gavia y Altamirano, siglos XVII a XVIII».
En tanto, Albino Caballero Romero, expuso «La organización del Archivo Municipal de Almoloya de Juárez, 1785-1874», en el que detalló el trabajo y los resultados de la organización del acervo histórico del municipio.
En la ponencia «Familias antiguas de Almoloya de Juárez, perspectiva de la investigación genealógica», Noel Jovani Sámano Hernández habló lo mismo de fuentes y documentos que de algunos de los apellidos de las familias más antiguas del municipio.
La historiadora María Teresa Jarquín Ortega presentó «Historia de la hacienda El Salitre en la época novohispana: entre propiedades y negociaciones», investigación realizada con la investigadora Karen Ivett Mejía Torres -coordinadora de la mesa-, como una contribución a la historiografía, con el estudio de la presencia de propietarios españoles y la actividad agroganadera, su transformación y las implicaciones para los grupos sociales involucrados en ella.
En tanto, el cronista municipal, Gerardo Sámano Hernández, habló de «Los reglamentos municipales de San Mateo Almoloya Tlalchichilpan, 1820-1828», la historiadora Mejía Torres presentó la ponencia «Entre cementerios y museos: momias de Almoloya de Juárez en el siglo XIX», en la cual explicó que las seis momias que se conservan son de personas originarias de Toluca, Almoloya y la Ciudad de México, y su hallazgo al final del siglo XIX fue posible por la reorganización de los cementerios que se dio en ese tiempo.
Sobre este tema, Karla Andrea Ambriz Bernáldez y Héctor Javier Favila Cisneros, del Museo Universitario de Historia Natural Dr. Manuel M. Villada, presentaron «Historias compartidas: las momias del antiguo Instituto Científico y Literario de Toluca», trabajo en el que dieron la información más relevante sobre los seis cuerpos momificados, sobre los cuales hace falta seguir investigando, aunque se sabe con certeza que el proceso se dio porque fueron sepultados y regados con cal, lo que detuvo la descomposición, y la muerte se debió a problemas patológicos endémicos y recurrentes en esos tiempos, como las enfermedades gastrointestinales.
Jessica Colín Arriaga hizo el análisis de la «Intervención de los santos en el ciclo agrícola de San Agustín Potejé» y la investigadora Paola Sánchez Esquivel, en la ponencia «Reparto agrario e implicaciones productivas: integración del sistema de riego San Pedro-San Diego en tres ejidos de Almoloya de Juárez (1933-1982)», concluyó que los ejidatarios se vieron obligados a adaptar la infraestructura disponible para ampliar la superficie usando agua de abrevadero en un sistema de tandeo que reclama mucha organización.
Finalmente, Vanessa Encino Enguani, abordó «La alimentación en mujeres mazahuas del municipio de Almoloya de Juárez, siglo XX y XXI», que ha cambiado pero incluye todavía platillos como el caldo de menudencias, los tamales y el atole agrio, agua de senda, pato y pescado en caldo, los tlaxcales, las gorditas de maíz dulce, papas con nopales y charales.
Alejandro Aguilar Martínez, en la charla «La virtud indígena y su resistencia actual», presentó diapositivas de sus obras plásticas en las que busca enviar un mensaje de respeto y difusión, a la vez de hacer un homenaje a los pueblos indígenas por mantener vivas sus culturas.
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