La polémica del ganador de las elecciones en Costa Rica

El derechista Rodrigo Chaves se convertirá el 8 de mayo en el próximo presidente de Costa Rica luego de vencer el domingo el balotaje con más de cinco puntos de ventaja, y deberá hacerse cargo de una severa crisis económica.

Chaves, un economista de 60 años, cuestionado tras una sanción por acoso sexual cuando trabajaba en el Banco Mundial, obtenía 52.88% de los votos frente a 47.12% del centrista José María Figueres con 95.24% de los votos escrutados, informó el Tribunal Supremo de Elecciones.

“Costa Rica ha votado, y el pueblo ha hablado. Como demócratas que somos, siempre seremos respetuosos de esa decisión Felicito a Rodrigo Chaves y le deseo lo mejor”, dijo el expresidente costarricense ante una multitud de simpatizantes en San José.

El gobernante saliente, Carlos Alvarado, también felicitó a Chaves, quien venció con su novel Partido Progreso Social Democrático. Sin mayoría en el Congreso, deberá negociar para lograr su plan de gobierno.

En este país sin Fuerzas Armadas desde 1948, el transporte y distribución del material electoral estuvo a cargo de ciudadanos voluntarios acreditados ante el Tribunal Supremo de Elecciones.

Más del 42% de los 3,5 millones de habitantes llamados a votar no acudieron a las urnas.

Los comicios se desarrollaron “en paz y tranquilidad”, dijo a la prensa el portavoz del TSE, Gustavo Román, aunque durante la jornada un ciudadano mayor de 70 años se descompensó tras sufragar en la capital y falleció en su local de votación, aparentemente de un infarto.

Chaves votó a media mañana en un colegio en Goicoechea, en el centro de la ciudad, entre vítores de seguidores y críticas de algún que otro detractor.

“Les prometo un gobierno justo, honesto y transparente, va a ser la mejor gestión de todas”, dijo Chaves.

“Los dos candidatos que han quedado son personas por las que no hay mucha confianza. Pero tenemos que elegir entre uno de los dos y ojalá que haya algo bueno”, dijo la operaria Ángela Marín, de 58 años, primera en votar en el Liceo de San Antonio de Coronado, en San José.

“El próximo presidente tiene que cambiar todo, porque esto está muy pobre. Aquí no hay trabajo, no hay nada”, consideró por su parte Ana Briceño, una agente de viajes de 64 años.

Por su labor, Briceño conoce de cerca el impacto de la pandemia en el turismo, el principal motor económico de este país líder en protección del medio ambiente y con abundantes atractivos naturales.

La pobreza afecta al 23% de los habitantes del país, que sufrió una de las mayores caídas de empleo en la región entre 2019 y 2020 (-14%), junto con Perú, según Cepal. Su deuda equivale al 70% de su PIB.

Pese a los contratiempos, Costa Rica encabeza el ránking en América Latina de los países “más felices” del mundo, según el último World Happiness Report.

“La sociedad costarricense no era pobre, la empobrecieron, la sociedad costarricense no era desigual, la desigualaron. Nosotros hemos hablado de progresar y rechazar el retroceso”, dijo Chaves, del novel Partido Progreso Social Democrático (PPSD), este domingo en rueda de prensa.

De 60 años, es un economista que laboró más de 30 en el Banco Mundial. También fue ministro de Hacienda del actual gobierno de Carlos Alvarado, por 180 días, entre 2019 y 2020.

“El país nunca ha estado en una emergencia como la que vivimos. Pero estoy convencido de que podemos salir de ella. Tenemos opciones para generar trabajo, que es lo que más falta hace”, apuntó Figueres, del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN).

Ingeniero industrial de 67 años, fue presidente entre 1994 y 1998 y es hijo del histórico mandatario José Figueres Ferrer, quien abolió el ejército en 1948.