Emergencia en la frontera: Trump activa poderes de guerra y endurece medidas

Trump invoca poderes de guerra en combate contra migración y narcotráfico

El presidente firma órdenes ejecutivas que activan el uso de recursos militares y leyes históricas para enfrentar la «invasión» migratoria y los cárteles del narcotráfico en Estados Unidos.

El 20 de enero de 2025, durante su primer día de regreso al cargo, Donald Trump invocó poderes de guerra con el objetivo de cumplir sus promesas de campaña dirigidas a frenar la migración indocumentada y combatir el narcotráfico. Este movimiento, sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, implica la activación de normativas como el Acta de Enemigos Extranjeros de 1798 y una colaboración directa entre el Pentágono y agencias civiles de seguridad.

Declaración de emergencia en la frontera

Trump declaró estado de emergencia en la frontera con México, lo que permitió el despliegue inmediato de fuerzas militares para reforzar la seguridad. La orden ejecutiva incluye la construcción y restablecimiento de barreras físicas y móviles en la zona limítrofe. Asimismo, establece que las tropas del Pentágono participen en actividades como arrestos, transporte y vigilancia de migrantes.

Según el mandatario, esta decisión busca abordar una crisis migratoria que describió como una «invasión», enfocándose en inmigrantes indocumentados con antecedentes penales. Trump sostuvo que las medidas se ejecutarán con una contundencia “nunca antes vista”.

Uso del Acta de Enemigos Extranjeros

Mediante la invocación del Acta de Enemigos Extranjeros, el gobierno estadounidense tendrá la capacidad de identificar, arrestar y deportar a inmigrantes indocumentados considerados una amenaza a la seguridad nacional. Esta legislación, utilizada por última vez durante la Segunda Guerra Mundial, fue clave en la detención masiva de japoneses-americanos en campos de internamiento.

Además, la administración Trump aseguró que las fuerzas armadas colaborarán con agencias de aplicación de la ley en operaciones específicas contra pandillas extranjeras, como la Mara Salvatrucha (MS-13), responsables de actividades delictivas y tráfico de drogas dentro de Estados Unidos.

Aprobación del Acta Laken Riley

Ese mismo día, el Senado estadounidense aprobó el Acta Laken Riley, una legislación que endurece las sanciones contra inmigrantes indocumentados y residentes permanentes. Esta ley permite tratar como criminales de alta peligrosidad a quienes cometan delitos menores, desde el hurto de un producto hasta infracciones de tránsito.

La aprobación del Senado, con 64 votos a favor y 35 en contra, allana el camino para que la Cámara de Representantes ratifique la medida en los próximos días. Esta legislación fue un proyecto fallido durante el primer mandato de Trump, pero ahora cuenta con el apoyo de la mayoría republicana en el Congreso.

Designación de los cárteles como terroristas internacionales

Otra de las medidas clave de Trump fue la designación de los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas internacionales. Según la Ley Patriota, esta clasificación extiende las acciones del gobierno contra entidades que apoyen o financien actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico.

La orden ejecutiva permite al Pentágono realizar operaciones encubiertas similares a la que eliminó a Osama bin Laden en 2011. Asimismo, la medida abre la posibilidad de intervenir en instituciones financieras y empresas estadounidenses que, directa o indirectamente, estén involucradas en el lavado de activos provenientes de la venta de drogas.

El papel del Comando Norte

Trump otorgó un plazo de 10 días al Pentágono para presentar un plan estratégico liderado por el Comando Norte, el cual coordinará las operaciones militares y civiles en este nuevo escenario de seguridad nacional. Este organismo, tradicionalmente encargado de la defensa del territorio estadounidense, tendrá un papel central en la implementación de estas medidas.

Impacto interno y precedentes legales

La utilización de recursos militares en funciones tradicionalmente reservadas a las autoridades civiles podría enfrentar desafíos legales y constitucionales. En caso de obstáculos, Trump señaló que podría invocar el Acta de Insurrección, utilizada por última vez en 1992 durante los disturbios de Los Ángeles.

Con estas acciones, la administración busca atacar tanto a los cárteles mexicanos como a las redes de tráfico de personas y drogas dentro del territorio estadounidense, en lo que Trump calificó como una «guerra total contra el crimen transnacional».