¿Cómo avanzó el entendimiento entre ambos países?
El gobierno de Brasil anunció un progreso significativo para resolver las diferencias con Estados Unidos por las importaciones de biocombustibles, luego de ajustes aplicados al programa RenovaBio. El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, señaló que el desacuerdo bilateral está “prácticamente resuelto”, una afirmación que marca un giro positivo tras meses de fricciones comerciales.
Según el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, las declaraciones del vicepresidente se refieren a la flexibilización de las reglas del RenovaBio. Este programa impulsa el uso de etanol y biodiésel para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero sus normas anteriores generaron inquietud en Washington. En su informe anual sobre barreras comerciales, el gobierno del presidente Donald Trump describió el programa como una traba no arancelaria, argumentando que afectaba la competitividad de los productores estadounidenses.
¿Qué cambios realizó Brasil en RenovaBio?
Antes de junio, los exportadores extranjeros necesitaban un intermediario brasileño para obtener la certificación y emitir los créditos de descarbonización. Esta condición elevaba costos y reducía certidumbre para los proveedores de Estados Unidos. Sin embargo, una resolución de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) permitió que los exportadores gestionaran la certificación de manera directa.
El ministerio aseguró que esta modificación ya “niveló el campo de juego”, pues otorga a los productores estadounidenses el mismo acceso regulatorio que a los brasileños. Para Brasil, la medida no compromete los objetivos ambientales del RenovaBio y evita un conflicto comercial de mayores consecuencias. Para Estados Unidos, representa un avance que facilita la participación de sus compañías en un mercado clave de biocombustibles.
¿Qué temas siguen pendientes en la relación bilateral?
Durante un evento de la Cámara de Comercio Estadounidense en Brasil, Alckmin subrayó que las cuestiones no arancelarias continúan ocupando un lugar central en el diálogo entre ambos gobiernos. Mencionó asuntos relativos a centros de datos, tierras raras y grandes empresas tecnológicas, todo dentro de una agenda económica marcada por la búsqueda de mayor integración.
El vicepresidente también destacó que las conversaciones continúan en un clima más favorable, luego de que Washington ampliara la lista de productos exentos del arancel del 50% impuesto previamente. La inclusión de más de 200 bienes adicionales refleja, según Alckmin, un ambiente de cooperación y un esfuerzo por evitar tensiones que afecten el intercambio comercial.
Con estos ajustes, Brasil y Estados Unidos cierran un episodio que amenazaba con complicar su relación económica y abren paso a una etapa de diálogo más fluido, mientras ambos países buscan equilibrar sus intereses comerciales con los compromisos ambientales.
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