¿Qué motivó el cambio en la política comercial?
Estados Unidos retiró el arancel adicional del 40% que afectaba a diversas importaciones agrícolas de Brasil, entre ellas café, carne bovina, tomate y mango. El presidente Donald Trump firmó la orden ejecutiva que modifica el esquema tarifario y libera a estos bienes del gravamen extra. Además, desde el 13 de noviembre, los importadores reciben reembolsos por los cobros realizados en ese periodo.
El ajuste surgió luego de varias negociaciones iniciadas en octubre. Los equipos de ambos gobiernos sostuvieron un diálogo constante y, finalmente, Trump y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acordaron avanzar hacia una reducción de tensiones. Desde entonces, las autoridades estadounidenses modifican el calendario aduanero y procesan devoluciones a quienes pagaron la tarifa adicional.
¿Qué sectores resultan beneficiados con la medida?
La decisión impacta directamente al sector agrícola brasileño, que enfrenta costos crecientes y fuerte competencia global. De manera inmediata, los productores de café y carne bovina recuperan atractivo en el mercado estadounidense, un destino que representa un pilar para el comercio exterior de Brasil. Incluso, algunos bienes agrícolas seguirán un calendario especial debido a la estacionalidad y a la oferta interna en Estados Unidos.
El anuncio generó alivio entre gremios y exportadores brasileños. Voceros de organizaciones agrícolas celebraron el cambio, ya que anticipan un repunte en los embarques y una estabilización de precios tras meses de ajustes. Las autoridades brasileñas también esperan que el retiro del arancel impulse la recuperación de la cuota de mercado en Estados Unidos, sobre todo en productos con alto peso en el superávit bilateral. Además, el decreto establece que, si alguna cláusula pierde validez, el resto del documento mantiene su aplicación.
¿Qué implicaciones deja para la relación bilateral?
El anuncio abre una nueva etapa en el vínculo comercial. En julio, Trump había aplicado el arancel del 40% como respuesta a lo que consideró políticas brasileñas que afectaban la seguridad económica de su país. Esa medida provocó incertidumbre y presionó a ambos gobiernos a restablecer el diálogo. Con la nueva orden, la Casa Blanca reconoce avances iniciales y autoriza la exención arancelaria. Asimismo, el secretario de Estado estadounidense evalúa de manera permanente la evolución del comercio y puede sugerir ajustes si cambia el panorama que originó la medida anterior.
Tanto en Brasil como en Estados Unidos, especialistas en política internacional consideran que este paso puede abrir la puerta a nuevas negociaciones, inversiones compartidas y estrategias para enfrentar retos como la volatilidad de precios, el cambio climático y las tensiones comerciales en otros mercados. Lula da Silva calificó el anuncio como “un movimiento en la dirección correcta” y señaló que las conversaciones para ampliar los acuerdos continuarán en los próximos meses.

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