Perú afronta elecciones históricas con más de 40 candidatos

Perú afronta elecciones históricas con más de 40 candidatos.

¿Cómo será la contienda electoral de 2026?

El próximo 12 de abril de 2026, Perú celebrará unas elecciones generales históricas, marcadas por una fragmentación política inédita y una cédula electoral gigante, del tamaño de un cartón de pizza familiar. En estos comicios, los ciudadanos elegirán al nuevo presidente, vicepresidentes y a los 190 miembros del Congreso bicameral, que volverá a funcionar después de más de tres décadas.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) anticipa la participación de más de 10 mil candidatos, entre fórmulas presidenciales, listas congresales y postulantes al Parlamento Andino. El jefe de la ONPE, Piero Corvetto, calificó esta cita como “la elección más compleja de la historia peruana”.

De las 39 agrupaciones políticas inscritas, solo tres conforman alianzas, lo que refleja la atomización partidaria y la dificultad de lograr consensos. Esta dispersión responde, según analistas, al personalismo político y a la eliminación de las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que antes limitaban el número de candidaturas.

¿Quiénes lideran las encuestas y qué revela el escenario político?

A menos de seis meses de los comicios, los sondeos de Ipsos muestran un panorama de alta volatilidad electoral. Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, encabeza las preferencias con 10 % de apoyo, seguido por Mario Vizcarra, hermano del expresidente Martín Vizcarra, con 8 %. Keiko Fujimori alcanza 6 %, mientras el comediante Carlos Álvarez, del partido País para Todos, se mantiene con 5 %.

Otros aspirantes como César Acuña, Phillip Butters, Yonhy Lescano y Alfonso López Chau figuran con porcentajes menores al 3 %. En total, más del 47 % del electorado se mantiene indeciso o votaría en blanco, lo que evidencia un profundo descontento con la oferta política actual.

En este contexto, los expertos coinciden en que la multiplicación de postulaciones reduce las posibilidades de construir proyectos sólidos. La politóloga Paula Távara señala que la proliferación de partidos “responde más a intereses personales que a una visión democrática colectiva”. Por su parte, el politólogo Carlos León Moya advierte que el escenario favorece a los outsiders y a los candidatos con visibilidad mediática, más que a los que presentan propuestas estructuradas.

¿Qué preocupa a los ciudadanos frente a este proceso?

Una reciente encuesta del Observatorio del Crimen y la Violencia del BCP, realizada por Ipsos, reveló que 78 % de los peruanos cree que las economías criminales —como el narcotráfico, la minería ilegal o la extorsión— buscarán influir en los resultados electorales. En Lima, esta percepción alcanza el 84 %, mientras que en el interior del país llega al 75 %.

El especialista Ricardo Valdés explicó que este riesgo se incrementa debido al elevado número de candidatos, lo que abre la puerta a intentos de infiltración criminal en la política. Además, 67 % de los encuestados considera probable que haya violencia o intimidación contra candidatos, como ha ocurrido en otros países de la región.

Frente a este panorama, 54 % de la población teme que la influencia del crimen organizado aumente en el próximo Congreso, y 46 % piensa que la delincuencia empeorará durante el siguiente gobierno.

¿Qué retos enfrenta el votante peruano?

Con una cédula de 42 por 44 centímetros y más de 40 rostros presidenciales, los electores deberán decidir entre una oferta que mezcla figuras políticas tradicionales y nuevos aspirantes. Esta saturación podría generar confusión y apatía en el electorado.

En 2021 hubo solo 18 candidatos presidenciales, pero el tamaño del planillón para 2026 romperá todos los récords. Los expertos anticipan que los resultados serán más fragmentados y que los finalistas de una eventual segunda vuelta tendrán niveles de representación más bajos.

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) fijó el 23 de diciembre como fecha límite para inscribir candidaturas, y el 11 de febrero proclamará oficialmente las fórmulas admitidas. Así, Perú se prepara para una contienda marcada por la incertidumbre, el desencanto ciudadano y la necesidad urgente de reconstruir la confianza en la democracia.