La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) inició conversaciones con 23 empresas internacionales interesadas en el desarrollo de un gasoducto paralelo al canal interoceánico. Este ducto, de 77 kilómetros, trasladará propano, butano y etano desde la costa este de Estados Unidos hasta el Pacífico panameño, con destino a países asiáticos como China, Japón y Corea del Sur.
Durante un encuentro en la ciudad de Panamá, más de 45 representantes del sector energético participaron en la presentación del proyecto. Entre las compañías que mostraron interés destacan Shell y ExxonMobil, lo que refleja la relevancia internacional de la iniciativa. La ACP prevé iniciar la construcción en 2027 y considera que este negocio podría duplicar su volumen en la próxima década.
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Demanda creciente y riesgos de competencia global
El administrador del canal, Ricaurte Vásquez, explicó que la demanda de gas licuado de petróleo crecerá de manera significativa en los próximos años. Según sus estimaciones, este consumo podría duplicarse en diez años, impulsado por la industrialización de países como India y la expansión exportadora de Estados Unidos.
Actualmente, más del 90 % del propano, butano y etano enviados desde Estados Unidos hacia Asia utilizaba el canal hasta 2023. Sin embargo, ese porcentaje ha disminuido de forma progresiva. Vásquez advirtió que, sin este proyecto, podrían surgir rutas alternativas que resten competitividad a Panamá.
El costo del gasoducto oscilará entre 2 mil y 8 mil millones de dólares, dependiendo de si finalmente se transportan los tres gases o solo algunos. Con esta infraestructura, la ACP calcula movilizar 2.5 millones de barriles diarios, cifra que reforzará la posición del istmo en el mercado energético global.
Impacto global y proyecciones a futuro
El Canal de Panamá, inaugurado en 1914, conecta más de 1,900 puertos en 170 países y maneja alrededor del 5 % del comercio marítimo mundial. Estados Unidos y China siguen siendo sus principales usuarios. En este contexto, el gasoducto se plantea como una respuesta estratégica para consolidar el papel del canal en la conectividad energética internacional.
La ACP proyecta seleccionar al concesionario en el último trimestre de 2026. Con ello, Panamá busca mantener su liderazgo logístico y responder a la creciente demanda asiática de combustibles. De concretarse, el gasoducto permitirá al país reforzar su papel como enlace crucial entre América y Asia, además de garantizar nuevas fuentes de ingresos.
Este proyecto simboliza un paso decisivo en la evolución del canal hacia un modelo que no solo depende del tránsito de buques, sino que también apuesta por infraestructuras energéticas que aseguren su relevancia en las próximas décadas.
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