A tan solo tres días de las elecciones generales en Bolivia, el presidente Luis Arce realizó un sorpresivo cambio en la cúpula militar, un movimiento que genera expectación en un país marcado por tensiones políticas y una inminente disputa electoral que podría cerrar el ciclo de dos décadas de gobiernos de izquierda.
Un relevo inesperado en las Fuerzas Armadas
El mandatario boliviano tomó juramento a cinco nuevos jefes militares en el Palacio de Gobierno. Entre ellos, el contralmirante Gustavo Primitivo Anívaro Escobar asumió como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, destacando que es consciente de “la gran responsabilidad” que conlleva el cargo.
Arce enfatizó en su discurso que el rol de los militares debe ser el de acompañar al pueblo y no enfrentarse a él:
“Hoy las Fuerzas Armadas deben mostrar su compromiso con el pueblo. Nunca vamos a levantar las armas contra nuestra gente. Las diferencias deben resolverse en las urnas de manera democrática”, expresó el presidente.
Contexto político y electoral
El relevo en el alto mando no es habitual en vísperas de una elección. Analistas recuerdan que el último cambio similar ocurrió en octubre pasado, en medio de protestas convocadas por seguidores del expresidente Evo Morales tras su inhabilitación constitucional como candidato.
La decisión de Arce llega en un momento crítico para el oficialismo: el Movimiento Al Socialismo (MAS) encara su reto más difícil tras dominar la política boliviana durante casi veinte años. A la división interna entre el presidente y Morales, se suma una caída en la popularidad del mandatario a raíz de la profunda crisis económica que afecta al país.
Candidatos y favoritos en la contienda
Sin aspirar a la reelección, Arce dejó el camino abierto dentro del MAS a nuevas figuras. El exministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y el actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, representan corrientes distintas dentro del partido. Rodríguez incluso se presenta con una nueva alianza política, marcando distancia del oficialismo tradicional.
En el escenario electoral, sin embargo, las encuestas sitúan como favoritos a la oposición: el empresario de derecha Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga lideran la intención de voto, muy por encima de los candidatos masistas.
Morales desafía el silencio electoral
Mientras tanto, Evo Morales desafió las restricciones del silencio electoral con una concentración en su bastión cocalero del Chapare. Allí volvió a promover el voto nulo, al no figurar en la boleta de candidatos.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) advirtió que desplegará policías y fiscales en la región para garantizar la votación del domingo, tras las amenazas de algunos grupos afines a Morales de impedir el proceso electoral.
Elecciones bajo tensión
Las elecciones del domingo se presentan como un momento decisivo para el futuro político de Bolivia. La combinación de una oposición fortalecida, un oficialismo dividido y una ciudadanía golpeada por la crisis económica convierte a estos comicios en los más inciertos de los últimos veinte años.
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