Uribe condenado a 12 años de prisión domiciliaria

Expresidente colombiano declarado culpable por soborno y fraude procesal

Bogotá, Colombia.– El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez fue condenado este viernes a 12 años de prisión domiciliaria, tras ser declarado culpable por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, en un fallo histórico dictado por el Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá.

La sentencia, emitida por la jueza Sandra Heredia, impone además una multa de más de 3,400 millones de pesos colombianos (equivalentes a unos 822,000 dólares) y la inhabilitación por más de ocho años para ejercer derechos y funciones públicas.

Este veredicto se considera un hito en la justicia colombiana, ya que por primera vez un exmandatario de la nación enfrenta una condena penal en primera instancia. El fallo aún puede ser apelado, pero ya marca un precedente legal y político relevante en el país sudamericano.

Manipulación de testigos en caso por paramilitarismo

El caso que derivó en la condena inició en 2012, cuando el entonces senador Iván Cepeda presentó una acusación contra Uribe por presuntos vínculos con grupos paramilitares. A raíz de esa acusación, Uribe habría impulsado una estrategia para desacreditar el testimonio de varios reclusos, según concluyó la jueza Heredia.

De acuerdo con el fallo, Uribe ordenó a terceros contactar y presionar a testigos presos para que ofrecieran declaraciones favorables a su causa, en un intento de influir en el proceso judicial en su contra. Estas acciones constituyeron soborno en actuación penal, además de fraude procesal, ya que alteraron el curso normal del sistema judicial.

Reacciones políticas y jurídicas

La condena ha generado reacciones divididas en Colombia. Mientras sectores de oposición la califican como una victoria para el Estado de derecho, simpatizantes del expresidente la han considerado un acto de persecución política. Uribe ha negado reiteradamente los cargos y mantiene su inocencia.

Sus abogados ya anunciaron que presentarán una apelación ante una instancia superior, por lo que el proceso judicial podría extenderse durante varios meses más.

Álvaro Uribe, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, ha sido una de las figuras más influyentes de la política colombiana en las últimas décadas. Su legado ha estado marcado tanto por el combate frontal a las guerrillas como por numerosas controversias en torno a derechos humanos y relaciones con grupos armados ilegales.

Una señal de fortalecimiento judicial

Organismos de derechos humanos y analistas consideran que este fallo representa una muestra de independencia del poder judicial, al tratarse de un proceso contra una figura de alto perfil político. Aseguran que la decisión refuerza la legitimidad de las instituciones colombianas y envía un mensaje claro contra la manipulación de la justicia.

Aunque la condena no implica ingreso inmediato a prisión, al ser de carácter domiciliario, la decisión judicial limita severamente la libertad de movimiento de Uribe y su futuro político, al quedar inhabilitado para cargos públicos por más de ocho años.