En una controvertida decisión que ha encendido las alarmas de la comunidad arqueológica, el Ministerio de Cultura de Perú ha reducido en un 42% la extensión del área protegida de las emblemáticas Líneas de Nazca, pese a la creciente amenaza de minería informal en la zona. La medida, que afecta uno de los patrimonios más enigmáticos y valiosos de la humanidad, ha sido duramente criticada por especialistas que advierten consecuencias irreversibles para este legado ancestral.
Las Líneas de Nazca: Patrimonio en riesgo
Ubicadas en las pampas de Nazca y Palpa, en la región de Ica, las Líneas de Nazca representan una de las mayores expresiones del arte geoglífico del mundo. Se trata de más de 800 figuras trazadas en el suelo —algunas con más de 270 metros de longitud— que datan de hace más de 2.000 años. Este complejo arqueológico fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994 y es considerado un símbolo de la cultura prehispánica del Perú.
Sin embargo, con la reciente modificación del perímetro de protección, el área intangible se reduce de 5.600 km² a solo 3.200 km². Según el ministro de Cultura, Fabricio Valencia, esta decisión busca «optimizar la gestión del lugar», basándose en estudios de más de dos décadas, incluidos trabajos de la Universidad de Yamagata (Japón). No obstante, expertos nacionales han cuestionado la validez y el alcance de dichos estudios.
Arqueólogos rechazan la medida y alertan sobre minería ilegal
El Colegio de Arqueólogos del Perú, presidido por Pieter van Dalen Luna, ha calificado la resolución como un atentado contra el patrimonio nacional. El gremio asegura que el estudio en el que se basa la reducción solo cubrió una parte del territorio debido a limitaciones presupuestarias, lo que pone en duda la precisión de la nueva delimitación.
Además, denuncian que el nuevo perímetro deja fuera zonas altamente vulnerables a actividades ilegales, especialmente la minería informal. “Esta decisión abre la puerta a la depredación del patrimonio cultural. El área eliminada incluye sectores donde ya hay antecedentes de actividad minera clandestina”, advirtió Van Dalen.
El gremio prepara un recurso de nulidad que será presentado ante el Ministerio de Cultura, y solicita la destitución del ministro Valencia por lo que consideran una renuncia implícita a la protección del patrimonio.
Minería informal y abandono institucional
La reducción del área protegida ocurre en un contexto preocupante. Desde 2020, se han identificado operaciones mineras ilegales dentro del entorno arqueológico. Uno de los casos más notorios se registró en la zona de La Muña, donde se hallaron bocaminas activas y maquinaria de extracción.
El Ministerio de Cultura ha reconocido la existencia de estos yacimientos, pero admite no contar con información precisa sobre los minerales extraídos ni sobre el impacto real de estas actividades. A pesar de ello, insiste en que la protección no se verá comprometida.
Para el sociólogo Santiago Alfaro, esta afirmación es insuficiente. “Reducir el área protegida equivale a resignarse ante la presión económica de sectores informales. No solo se pone en riesgo un legado único, también se limita la posibilidad de futuras investigaciones en zonas aún inexploradas”, declaró.
Precedente peligroso para otros patrimonios peruanos
La controversia ha reavivado el debate sobre la gestión del patrimonio cultural en el país. Especialistas temen que esta medida siente un precedente peligroso para otras zonas protegidas como Caral o incluso Machu Picchu.
En Caral, la arqueóloga Ruth Shady ha denunciado amenazas por parte de traficantes de tierras, sin recibir respuesta efectiva del Estado. “Los sitios arqueológicos están siendo abandonados a su suerte. La reducción en Nazca es solo un síntoma de una política de desprotección generalizada”, advirtió Shady.
Conclusión: Patrimonio bajo amenaza, futuro incierto
La decisión del Ministerio de Cultura de reducir la zona protegida de las Líneas de Nazca ha generado un profundo rechazo entre arqueólogos, académicos y defensores del patrimonio. Aunque el gobierno sostiene que se mantendrán los niveles de protección, los hechos recientes demuestran lo contrario: minería informal, expansión agrícola y abandono institucional se ciernen como amenazas latentes.
More Stories
Perú, el nuevo rey gastronómico de Sudamérica
Machu Picchu sin tren por protestas locales
El Museo Nacional de Brasil reabre con una colección renovada