Ábrego García consigue nueva suspensión judicial
Kilmar Ábrego García, un inmigrante con residencia en Maryland, logró este lunes una victoria legal temporal al obtener una suspensión judicial que impide su deportación inmediata a Uganda. La decisión provino de la jueza federal Paula Xinis, quien indicó que mantendrá vigente una orden previa mientras analiza a fondo los argumentos sobre la posible violación al debido proceso.
La jueza también dejó claro que el Gobierno tiene prohibido remover a Ábrego García del territorio continental de Estados Unidos mientras se desarrolla el nuevo litigio. Esta medida llega tras una demanda presentada por sus abogados minutos después de que fuera detenido por agentes de inmigración en Baltimore.
El hombre se encuentra actualmente en un centro de detención en Virginia. La jueza solicitó más argumentos legales tanto del Departamento de Justicia como de la defensa, además de anunciar que se llevará a cabo una audiencia probatoria en los próximos días. Mientras tanto, el futuro de Ábrego García permanece en suspenso, al menos hasta el final de esta semana.
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Acusaciones de represalia y miedo a la persecución
La defensa de Ábrego García sostiene que el intento del Gobierno de deportarlo a Uganda es una forma de represalia. Aseguran que lo castigan por haber desafiado su expulsión ilegal a El Salvador ocurrida en marzo, así como por no declararse culpable en un caso federal de tráfico de personas en Tennessee.
En documentos judiciales recientes, los abogados denunciaron que la administración de Trump intentó negociar su deportación a Costa Rica a cambio de una admisión de culpabilidad. Sin embargo, Ábrego García rechazó el acuerdo, lo que habría desencadenado nuevas presiones legales en su contra.
Ábrego García explicó que teme ser perseguido y torturado si es enviado a Uganda, donde asegura que su vida corre peligro por su raza, nacionalidad, opiniones políticas y pertenencia a un grupo social. También advirtió que existe la posibilidad de que lo reexpulsen a El Salvador, país donde ya sufrió tortura.
Apoyo comunitario y presión política
Frente a las instalaciones del ICE en Baltimore, familiares, activistas y líderes comunitarios mostraron su respaldo a Ábrego García. Lydia Walther-Rodríguez, de la organización CASA, denunció que el Gobierno lo está convirtiendo en un símbolo de castigo por ejercer sus derechos legales.
Antes de entregarse, Ábrego García pidió a sus simpatizantes que “sigan orando, luchando y resistiendo”. Por su parte, el senador demócrata Chris Van Hollen se comprometió públicamente a seguir defendiendo su caso. “Si se le niegan sus derechos, los derechos de todos los demás están en riesgo”, expresó.
Ábrego García permanece firme en su postura mientras el caso avanza en los tribunales. Su lucha legal se ha transformado en un foco de atención nacional sobre las políticas migratorias del actual gobierno.
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