El reciente decreto emitido por el gobierno de Perú, liderado por Dina Boluarte ha clasificado el “transexualismo”, “travestismo de rol dual” y “trastornos de la identidad de género” como enfermedades mentales, incluyéndolos en el Plan Esencial de Salud.
Esta medida, firmada por Boluarte junto al ministro de Economía, José Arista, y el de Salud, César Vázquez Sánchez, también abarca al “travestismo fetichista” y la “orientación sexual egodistónica” como condiciones de salud mental.
La inclusión de estas categorías como trastornos mentales ha generado un amplio rechazo dentro y fuera de Perú. La decisión llega apenas cuatro días antes del aniversario de la eliminación de la homosexualidad como enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y seis años después de que la transexualidad fuera también eliminada de la lista de trastornos mentales en 2018.
La diputada Susel Paredes, representante de la alianza opositora Juntos por el Perú, ha exigido la derogación inmediata del decreto, argumentando que refuerza el estigma y la discriminación hacia las personas trans. Asimismo, ha instado a implementar políticas de salud mental que estén en línea con los estándares internacionales, con el fin de garantizar el derecho a la salud, la igualdad y la identidad.
El rechazo también ha sido expresado por organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Más Igualdad Perú, que han calificado la medida como regresiva y contraria a los avances en materia de derechos humanos. Un total de 414 profesionales de la salud y 176 organizaciones de derechos humanos han presentado una carta al Ministerio de Salud, solicitando la revocación del decreto.
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