Las inundaciones en Uruguay han dejado una estela de desplazamientos y afectaciones que requieren atención urgente. Según los últimos informes proporcionados por las autoridades locales, al menos 2.184 personas han sido desplazadas en ocho departamentos del país debido a las inundaciones.
El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) informó que, actualmente, 534 personas se encuentran evacuadas, mientras que 1.650 han tenido que autoevacuarse para resguardar su seguridad. A pesar de los esfuerzos, todavía hay 2.800 servicios eléctricos interrumpidos, aunque se ha logrado restablecer el servicio para el 90% de los clientes inicialmente afectados, según lo reportado por autoridades de la Unión Temporal de Empresas (UTE).
Los departamentos más afectados por las inundaciones son Treinta y Tres, con 1.130 evacuados, seguido de Paysandú, Salto, Cerro Largo y Durazno. En particular, Durazno enfrenta una situación crítica debido al desborde de los ríos Cebollatí y Olimar, que ha dejado a una localidad temporalmente aislada.
El panorama se agrava con el corte de diez carreteras en todo el territorio nacional, lo que dificulta las labores de rescate y asistencia. Además, 2.800 servicios de energía eléctrica continúan interrumpidos, lo que agrava la situación para las comunidades afectadas.
El director del Sinae, Santiago Caramés, expresó su preocupación por la posibilidad de que el número de desplazados aumente en los próximos días, especialmente en el litoral norte sobre el río Uruguay. Esta situación demanda una respuesta rápida y coordinada para brindar apoyo a las personas afectadas y mitigar los impactos de las inundaciones en Uruguay.
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