Aprueban en la OEA investigar a Almagro por faltas éticas

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por abrumadora mayoría que se realice una investigación externa al secretario general, Luis Almagro, sobre presuntas faltas éticas en las que habría incurrido al mantener una relación íntima con una de sus subordinadas, que él mismo “superconfirma” diciendo que pasó con ella “quizá los mejores años” de su vida, aunque la relación “terminó hace unos meses”.

En sesión ordinaria pedida por Antigua y Barbuda, además de Uruguay, el Consejo Permanente –órgano ejecutivo–, decidió por mayoría aplastante de 30 votos a favor, entre ellos el de México y Estados Unidos, con las abstenciones de Belice y Haití, que una compañía externa determine si Almagro “ha violado las normas y reglamentos de la OEA”.

La acusación pide crear un grupo de trabajo para seleccionar a una compañía de “costo razonable” que presente en un plazo de tres meses un informe y “adoptar las medidas oportunas” una vez examinado. Se siguen la recomendación del inspector general del organismo regional, que aconsejó una auditoría externa sobre acusaciones formuladas “por un periodista” y en un mensaje de correo electrónico anónimo firmado como “denunciante de la OEA”.

La fuente anónima acusa a Almagro de mantener o haber mantenido “una relación personal íntima con una funcionaria”, que según la agencia Afp es la politóloga mexicana Marian Vidaurri, y de “ascenderla, súbitamente y sin concurso, de un puesto de nivel medio a asesora principal” del secretario general.

Al final de la sesión, Almagro agradeció al presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, su apoyo “en este proceso de solicitar una investigación externa con las máximas garantías” y confirmó haber mantenido una relación amorosa con la empleada, de la que dijo nunca se arrepentirá.

Varios países, como México y Argentina, han pedido su renuncia y una corte de la OEA concluyó que causó “daños morales, personales y profesionales” a Paulo Abrao por declaraciones efectuadas cuando decidió no renovar su mandato al frente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2020.