La operación militar de Estados Unidos contra un submarino en el Caribe dejó dos muertos y dos detenidos, según confirmó el presidente Donald Trump. El ataque, ocurrido el jueves pasado, forma parte de una serie de acciones que Washington realiza para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas hacia su territorio. Las fuerzas estadounidenses interceptaron la embarcación en aguas cercanas a Venezuela, tras una operación de inteligencia que identificó su presunto vínculo con actividades ilícitas.
Trump difundió este sábado las imágenes del operativo a través de su cuenta en Truth Social, donde se observa el momento en que un misil impacta el submarino mientras navegaba en aguas del Caribe. En su mensaje, el mandatario indicó que los dos sobrevivientes, de nacionalidad colombiana y ecuatoriana, serán repatriados a sus países de origen para enfrentar cargos relacionados con narcotráfico.
El presidente aseguró que el ataque fue “necesario” para proteger vidas estadounidenses y destacó que ningún miembro de las fuerzas armadas resultó herido. “Dos de los terroristas murieron. Al menos 25.000 estadounidenses morirían si permitiera que este submarino tocara tierra”, declaró Trump.
Tensión política y dudas legales sobre los operativos
Este operativo fue el primero en el que se registraron sobrevivientes. En los cinco ataques previos, murieron al menos 27 personas, según informes oficiales. Sin embargo, las acciones militares en la zona han generado preocupación tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
Varios legisladores y expertos legales han cuestionado si estas operaciones cumplen con los marcos del derecho internacional. Algunos congresistas demócratas han pedido al Ejecutivo que presente pruebas sobre la carga de las embarcaciones y que consulte al Congreso antes de ordenar intervenciones armadas fuera del territorio estadounidense.
Desde Venezuela, el presidente Nicolás Maduro rechazó las acusaciones sobre supuestos vínculos con el narcotráfico y calificó el ataque como un acto de “agresión”. El mandatario venezolano firmó un decreto que declara el estado de conmoción externa, con el propósito de responder ante una posible amenaza militar.
Incrementa la presencia militar estadounidense en la región
En los últimos meses, Estados Unidos ha aumentado su presencia militar en el Caribe. Desde agosto, el Pentágono ha desplegado destructores con misiles guiados, aviones F-35, bombarderos B-52, un submarino nuclear y cerca de 10.000 soldados.
El miércoles anterior al ataque, bombarderos estratégicos estadounidenses sobrevolaron a unos 240 kilómetros de la costa venezolana, lo que elevó aún más las tensiones regionales.
La administración Trump sostiene que estas operaciones buscan frenar el tráfico de fentanilo y proteger las fronteras estadounidenses. No obstante, analistas internacionales advierten que la escalada militar puede generar nuevas fricciones diplomáticas y aumentar la inestabilidad en el Caribe.