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La violencia frena el crecimiento en Latinoamérica

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Latinoamérica y el Caribe enfrentan un grave obstáculo para su desarrollo económico: la violencia vinculada con grupos delictivos, según el informe más reciente del Banco Mundial (BM). Este fenómeno no solo afecta la seguridad pública, sino que amenaza el crecimiento y la estabilidad de la región.

Grupos delictivos: un desafío que impide el desarrollo económico

El Banco Mundial, en su reporte «Grupos Delictivos y violencia en América Latina y el Caribe», explica que la región enfrenta niveles alarmantes de violencia letal. Esta situación, combinada con una recuperación económica aún frágil, complica las expectativas de crecimiento.

El Banco Mundial estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe crecerá apenas 2.1% en 2025 y 2.4% en 2026, lo que la coloca como la región con el crecimiento más bajo a nivel mundial. Estas cifras contrastan con las previsiones de enero, cuando se esperaba un aumento de 2.5% para este año y 2.6% para el siguiente, impulsado principalmente por la recuperación de Argentina.

Una crisis de violencia que golpea a la región

El informe subraya que las tasas de victimización en América Latina triplican el promedio mundial, mientras que las tasas de homicidio resultan ocho veces más altas, a pesar de que la región concentra solo el 9% de la población global. Esta grave situación demuestra que el crimen organizado no es solo un problema local, sino una amenaza para toda la región que requiere acción inmediata.

El Banco Mundial señala varios factores que contribuyen al fortalecimiento de las redes criminales:

Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, subraya que es urgente un diálogo regional y global para abordar esta crisis y movilizar recursos y experiencia compartida.

Competitividad y confianza institucional en riesgo

La violencia no solo afecta la seguridad de las personas, sino que también erosiona la confianza en las instituciones, reduce la competitividad y aumenta los costos para las empresas. La incertidumbre sobre la protección de los derechos de propiedad y las extorsiones masivas agravan el entorno de negocios.

Un ejemplo citado en el informe es El Salvador, donde las pandillas MS-13 y Barrio 18 controlaron durante décadas el cobro de extorsiones, afectando al 79% de las empresas del país.

William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para la región, afirma que combatir el crimen organizado debe ser una prioridad para el desarrollo y no solo una cuestión de seguridad. También recalca la necesidad de actuar rápidamente para evitar que esta crisis limite el crecimiento de la región.


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