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Que claves de comunicación política de Milei facilitaron vínculos favorables con los jóvenes?

Por:Lic. Celina Ozán

Han pasado algunas semanas desde triunfo electoral de Javier Milei y aunque los mayores interrogantes se plantean a futuro, todavía queda mucho por analizar referido a las claves de su victoria en términos de campaña electoral y entre las mismas, la importancia de los jóvenes, el uso de las redes sociales y plataformas digitales como instrumentos de posicionamiento. Éstos, en sí implican una novedad y antecedente fundamental respecto a la estrategia digital empleada desde el espacio de La Libertad Avanza, pero puede resultar más significativo que analicemos primero por qué funcionaron y cuáles fueron las bases políticas, económicas y sociales sobre la que se cimentó este triunfo.

Si tomamos en cuenta el padrón electoral de 2021 el mismo indica que los votantes de entre 16 a 29 años representan un poco más del 26%[1]. Como grupo etario o generacional, comparten algunas características que resulta necesario tener en cuenta y se vinculan con:

Incomprensión: el confinamiento obligatorio debido a la pandemia afectó entre muchas cosas, los vínculos afectivos y emocionales de los jóvenes; de acuerdo con algunos informes, en el año 2022 la segunda causa de muerte adolescente registrada fueron los suicidios, lo que habla de un problema profundo sobre el cual requerirá mayor atención y dedicación, especialmente desde ámbitos educativos

[1] De acuerdo a fuentes oficiales, los votantes jóvenes de 16 a 17 conforman el 2,32% del padrón electoral 2021. Los votantes de 18 a 29 años, el 24,29%. (Fuente: Electores y electoras de 16 y 17 años – Elecciones 2021 | Argentina.gob.ar, Electores y electoras de 18 a 29 años por provincia – Elecciones 2021 | Argentina.gob.ar)

En los últimos años se pudo observar cómo los partidos políticos dejaron de ser el espacio obligatorio donde confluían y se debatían ideas. Los debates y el interés por lo público están claramente presentes, pero los espacios de participación ya no exigen la presencialidad requerida históricamente por estas estructuras. Se volvieron difusos. Las estructuras son difusas. El debate está en las redes (y tampoco en todas). Es más, desde hace algunos años podemos notar que en diferentes lugares del mundo, e incluso aquí mismo, las movilizaciones y manifestaciones se gestaron desde y por medio de las redes y no desde las sedes partidarias. “Ciberpolítica” es un término surgido hace unos años y que da cuenta de ésta transformación en materia de participación política; el autor y académico mexicano, Fausto Muciño Durán refiere en su obra llamada precisamente “Ciberpolítica. El poder y las redes sociales” (Durán, 2023) a la evolución, importancia e impacto de esta realidad que condiciona el modo de hacer política mediante el uso de sus propias reglas, su propia complejidad y la necesidad de un abordaje interdisciplinario especialmente en épocas de campaña, porque es precisamente en el terreno digital donde se producen las principales batallas.

Junto a esa pérdida de poder relativo de los partidos, se incrementó además el personalismo de los actores políticos, exacerbado también por las redes sociales. Varios estudios de opinión -hasta los realizados de primera mano-, dejaban entrever que los ciudadanos inclinaban sus preferencias y rechazos hacia actores políticos concretos, no hacia los partidos. Otra prueba de ello es que al momento de mostrar preferencias o intención de voto sobre funcionarios de diferentes niveles (nacional, provincial o municipal), la mayoría de las veces la pertenencia partidaria de los mismos no los condicionaba.

 

Es necesario remarcar lo mencionado anteriormente porque desde esas bases se fortaleció la imagen y posicionamiento de Javier Milei, por medio de la capitalización de esas variables. De manera intencional -o no tanto-, supo aprovechar un escenario que le resultaba propicio para instalarse como referente de un amplio sector social, descontento, cansado y abrumado por la realidad económica del día a día. Las emociones fueron un elemento movilizador clave en toda la campaña y, como dice Muciño Durán, si alguien pretende ignorar u omitir las emociones del electorado, del público general, puede pagar un alto costo político (Durán, 2023).

Política y emoción van de la mano, porque las emociones están presentes en todos los ámbitos sociales, ya lo dice Daniel Innerarity La política consiste en encauzar e instrumentalizar esa emocionalidad (…) El espacio político no es una conversación de salón entre intelectuales; las emociones forman parte de la sociedad de masas, así como una cierta dramatización. Si los políticos moderados ignoran estas condiciones emocionales, están invitando a los rompedores de tabúes, que encuentra el escenario a su plena disposición (Innerarity, 2015).

 

Aprovechó el poder de las redes sociales para llegar a los jóvenes, un sector de la población al que puede accederse casi únicamente a través de estos espacios, Instagram, Twitter, YouTube y TikTok. El estilo de su lenguaje -políticamente incorrecto la mayor parte de las veces-, resultó un elemento fundamental de llegada a este público quien captó a Javier Milei con mayor autenticidad, generó cercanía y mayor identificación en contraposición de la política tradicional. Su campaña dejó en evidencia además que el impacto tantas veces buscado y anhelado, se logra mediante contenido de interés y no por mayor inversión en pauta publicitaria.

Sus mensajes también mostraron aciertos en cuanto a su claridad, limitándolos a ciertos ejes, lo cual es clave para lograr su recordación por parte de los destinatarios: economía, libertad individual (que cobró mayor fuerza durante la pandemia), reducción del tamaño del Estado, sumado también a su estilo personal, y el uso de elementos que rozaron el absurdo y terminaron convirtiéndose casi, en icónicos, como el caso de la motosierra.

 

Su estrategia de comunicación generó controversias, como era de esperar. La falta de detalle en sus propuestas y el exceso confrontativo podrían suponer dificultades al momento de la implementación de sus medidas, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de ellas requerirán su aprobación por el Congreso Nacional que conservará una fuerte presencia de los representantes de Partido Justicialista y fuerzas políticas contrarias a las ideas de La Libertad Avanza, y situaciones de este tipo podrían entorpecer el inicio de su gestión con el consecuente impacto negativo en la opinión pública la cual espera entre expectante y temerosa, en un mes que resulta sensible a la memoria colectiva de los argentinos.

 

Viéndolo así, ¿todavía podemos hablar de la “sorpresa de Milei”?  Si miramos un poco por debajo de la superficie, veremos que se estaban generando las bases necesarias para el surgimiento de una figura o un espacio que capitalizara el descontento generalizado y la carencia de liderazgos representativos desde las fuerzas políticas tradicionales, por medio de la generación de cuadros políticos acordes a los tiempos que corren.

 

Podemos hablar horas sobre el impacto de la IA (inteligencia artificial), seguidores, likes, visualizaciones…pero lo más interesante es pensar sobre las transformaciones políticas y sociales que se manifiestan de diversas formas, y claro está, algunas de esas manifestaciones -solo algunas- están frente a nuestros ojos, justamente ahí, en las pantallas de nuestros teléfonos.

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