El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, estaría considerando elevar la meta de inflación de Brasil al 4% y dar al banco central más tiempo para cumplir dicha meta, según la firma XP Asset Management. Esta medida se enmarca dentro de una campaña para bajar las tasas de interés y fomentar el crecimiento económico.
Sin embargo, la firma advierte que estos cambios pueden ser contraproducentes, ya que podrían impulsar las expectativas de inflación y obligar al banco central a mantener una política monetaria estricta durante más tiempo. Según el economista jefe de XP, Fernando Genta, si se basan en la idea de que una meta de inflación más alta permitirá tasas de interés más bajas y un crecimiento más rápido, es poco probable que eso suceda.
Las probabilidades de que el consejo monetario de Brasil apruebe cambios al sistema de metas de inflación aumentaron la semana pasada cuando el banco central mantuvo el índice de referencia Selic en un máximo de seis años del 13,75%, dejando abierta la posibilidad de seguir subiendo la tasa. Lula y sus ministros han atacado públicamente la política del banco, diciendo que corre el riesgo de llevar a la economía más grande de América Latina hacia una recesión.
Según Genta, impulsar la meta de inflación llevaría a los actores del mercado a estimar aumentos de precios de alrededor del 5% anual, mientras que XP es aún más pesimista y pronostica que los precios al consumidor subirían alrededor de un 6% durante los próximos cuatro años, considerando el crecimiento anticipado en el gasto público bajo Lula.
Los economistas encuestados por el banco central actualmente estiman que la inflación rondará el 4% en 2024 y más allá. Genta, quien fue sub secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda durante la Administración de Michel Temer, cuando el Gobierno comenzó a ajustar gradualmente la meta de inflación, no ve ninguna justificación para que el banco central señale un recorte de tasas en este momento.
La posibilidad de que el Gobierno brasileño eleve la meta de inflación y dé más tiempo al banco central para cumplir con dicha meta genera expectativas en el mercado y preocupa a algunos analistas, quienes consideran que esta medida podría ser contraproducente y afectar negativamente la economía brasileña.
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